LUPUS Y ALIMENTACION
Antonio Torres, farmacéutico, nos explica unos consejos sobre la alimentación en Lupus
El lupus, cosa de todos
Como padre de Adriana y farmacéutico comunitario, el Lupus ha marcado mi vida de forma indeleble.
También es imborrable su voluntad de sumar, su experiencia vital con el Lupus con su formación de psicóloga, como vía para poder ayudar a otros enfermos. He buscado, he aprendido y hoy creo que puedo compartir mi experiencia y conocimientos, por si pueden ayudarte. Obvia y desgraciadamente, no se trata de la solución, ni de reemplazar, ni corregir a los equipos médicos que os acompañan desde hace mucho o poco tiempo, pero que lo hacen con su mejor saber, voluntad, medios y ansias de mejoraros las condiciones de vida. No se trata tampoco de ser radical, sino de tener claros los conceptos y como implantarlos en el día a día. Todo lo que aquí os explico, es también de aplicación para otras enfermedades inflamatorias autoinmunes como la artritis reumatoide. Mi intención con este escrito, es la misma que la de vuestros médicos, informaros de cosas que probablemente la mayoría seguro que ya sabéis, pero quizás no todos o quizás no todas y en algún caso sin saber los porque. Pretendo utilizar un lenguaje lo menos técnico posible para que sea fácilmente comprensible, perdonadme si ello implica simplificación.
El sistema inmune, nuestras defensas
Cada vez más se dice que el cuerpo humano tiene dos cerebros, el primero en la cabeza para pensar y demás funciones vitales, y el segundo en el intestino, puesto que en él se dan la mayoría de las reacciones que educan y estimulan el sistema inmune que defiende nuestro organismo y que en el caso del Lupus además lo ataca. En el lupus, como enfermedad autoinmune que es, nuestras defensas naturales confunden el propio organismo con “enemigos” y lo atacan, tenemos pues un sistema inmune excesivamente fuerte y reactivo, por ello tomáis medicamentos como los inmunomoduladores, cuya misión es atenuar la respuesta del sistema inmune enfermo. A medida que vamos viviendo, vamos educando, mediante el contacto con elementos externos, nuestro sistema inmune para que nos defienda y lo hace de dos formas: con la defensa frente a enfermedades agudas y con la defensa frente a enfermedades crónicas. Ambos sistemas deben mantenerse en equilibrio, cuando eso no sucede aparecen los problemas. Todos estos contactos con elementos externos estimulan el sistema inmune, pudiendo dispararlo y eso es algo que en el caso del Lupus debemos intentar que suceda lo menos posible, puesto que al ser este demasiado potente y reactivo provoca respuestas de defensa exageradas y al mismo tiempo una respuesta inflamatoria que produce sustancias que también lo excitan, estamos pues ante un círculo que se retroalimenta. Para protegernos, es bueno intentar reducir el contacto con ellos.
Contactos del sistema inmune con el exterior
Las vías de entrada y contacto con el exterior de nuestro cuerpo, son principalmente
La piel
Ya sabéis sobradamente, la influencia negativa del sol, natural o artificial, y las medidas de protección que debéis aplicaros siempre, 20 minutos antes de salir de casa, invierno y verano y sobre las cuales no insistiré. Si es conveniente tomar suplementos de vitamina D, puesto que esta se activa con el sol y es necesaria para prevenir la osteoporosis.
El pulmón,
Un dato relevante, respiramos 20.000 litros de aire al día que actúan de dos formas:
No fumar. Intentar pasar la mayor cantidad de tiempo en ambientes lo más límpios posibles además de no contaminarnos facilita nuestra descontaminación.
El intestino,
Primero sepamos que si lo extendiésemos, en un adulto, es del tamaño de una pista de tenis y que para que semejante tamaño quepa en nuestro abdomen y sea capaz de absorber los nutrientes de los alimentos, está formado por una estructura muy delicada y fina. Esta estructura a su vez está recubierta por una capa de moco y por la flora intestinal. Por razones de su tamaño, función y el ser nuestro “educador de la inmunidad”, me centraré en él. Un intestino que funcione correctamente impide que pasen a sangre sustancias tóxicas, flora intestinal y restos de alimentos aún sin digerir completamente. Si estas sustancias pasan, activarán nuestro sistema inmune para defendernos de las mismas y provocarán inflamación en la membrana intestinal, asintomática. pero que todavía empeorará su funcionamiento, entrando en el ya citado círculo vicioso. Hay multitud de causas por las que podemos deteriorar este delicado sistema de la mucosa intestinal y provocar el contacto con nuestras defensas, pero hay uno por el que la podemos proteger muy eficazmente, nuestra alimentación.
Los alimentos ricos en fibra favorecen el crecimiento y mantenimiento de una flora bacteriana equilibrada, que es la primera barrera de defensa. Come pues alimentos integrales.
Añadir un complemento alimentario de pre y probióticos, preferentemente rico también en glutamina, para conservar la flora y reparar las microfisuras de la pared intestinal que se producen por las inflamaciones y que permiten que la atraviesen sustancias que si estuviese íntegra no pasarían.
Es conveniente el conocer si se tiene alguna intolerancia o alergia alimentaria, puesto que el tomarlos provocará inflamación intestinal con o sin síntomas. Los alimentos causantes de la mayoría de alergias e intolerancias, en caso de darse, son el gluten de los cereales, los huevos, la soja, la leche de vaca y sus derivados.
Es conveniente el saber si tenemos alguna intolerancia o alergia alimentaria, para restringir el consumo de esos alimentos y evitar así provocar la citada inflamación. Los cereales que contienen gluten, (trigo, espelta, centeno y en menor medida la avena), pueden provocar un ataque a la membrana intestinal, que puede ser desde asintomático hasta la enfermedad celíaca. Pero en cualquier caso ataca la membrana, afectando su permeabilidad. En caso tener que dejar los alimentos con glutén, podemos usar el trigo sarraceno, el arroz sin gluten, la quinoa, mijo y maíz que al no tener glutan no pueden usarse para fabricar pan pero si tortas o tostas. En caso del huevo, podemos sustituirlo por la harina de garbanzo. La soja, mejor no tomarla por lo que explicaré más abajo. Los lácteos, también los explicaré más abajo.
Alimentos y su influencia
Los ácidos grasos esenciales, son los Omega 3 y Omega 6, son imprescindibles para la vida y el cuerpo no puede fabricarlos, necesitamos pues incorporarlos en la dieta. Tienen funciones opuestas, los Omega 3 son antiinflamatorios, facilitan la circulación, bajan el dolor y modulan el sistema inmunitario, los Omega 6 son proinflamatorios, empeoran la circulación, potencian el dolor y además son estimulantes del sistema inmune. Es fundamental el equilibrio entre ambos en la alimentación, buscando una proporción Omega 3 / Omega 6 de 1:4 a 1:10. Los Omega 6 más comunes son: LA, GLA y AA.
El Omega 6 AA genera sustancias proinflamatorias potentes y hemos de intentar reducir su presencia.
Los Omega 3 más comunes son: ALA, EPA Y DHA.
En el Lupus hay un desequilibrio en la relación Omega 6 AA / Omega 3 EPA, que puede medirse en sangre por laboratorios expertos y que debería estar entre 1,5 y 3 con un máximo de 10, pero que en el Lupus alcanza valores superiores a 20, debido a que con las frecuentes inflamaciones que caracterizan esta enfermedad se suman sustancias iguales a las del metabolismo del Omega 6 AA, agravando las consecuencias de la inflamación y estimulando el sistema inmune, hecho este que no nos interesa en el Lupus. Debemos pues reducir el Omega 6 AA y aumentar el Omega 3 EPA.
Las fuentes de Omega 3 pueden ser:
Si elegimos los alimentos exclusivamente como fuente de Omega 3, para conseguir 1 gramo de EPA al día, necesitaremos comer 4-5 raciones semanales de pescado azul u 8 nueces día. El inconveniente es que el aporte de calorías se vería muy aumentado y la dieta sería muy repetitiva. Si elegimos los alimentos enriquecidos en Omega 3, para conseguir 1 gramo de EPA al día, como la leche o la margarina Omega 3, no pueden ser la fuente principal, ya que por ejemplo, de leche enriquecida en Omega 3 necesitaríamos 2 litros al día o bien 6 rebanadas diarias de pan con margarina enriquecida. Son interesantes como complemento pero el aporte de calorías también se vería muy aumentado, pero en este caso además ambos son ricos en Omega 6 AA y grasas hidrogenadas, cuya importancia veremos más abajo. respectivamente. Si elegimos un complemento alimentario de Omega 3 para alcanzar las dosis de Omega 3 EPA deseadas, es imprescindible conocer su
También es importante tomar Omega 9, el más común es el oleico, que se encuentra en el aceite de oliva de primera expresión en frío, Utilizar el aceite de oliva en crudo, por sus propiedades antioxidantes y porque impide la rápida absorción de los azúcares, lo cual disminuye la secreción de insulina, cuya influencia inflamatoria veremos más abajo.
Es importante controlar las etiquetas de nuestros alimentos y cuando veamos el texto en su composición de “aceite vegetal parcialmente hidrogenado” no tomarlos. Estas grasas se producen a partir de aceites ricos en Omega 6 mediante un proceso industrial, la hidrogenación, que las hace más estables en el tiempo. Este tipo de grasas hidrogenadas o “grasas Trans”, bloquean la producción de substancias antiinflamatorias de los Omega, tan necesarias en el Lupus. Son ejemplos de grasas hidrogenadas la margarina o la repostería industrial, rica en aceite de palma hidrogenado. Es pues necesario y conveniente añadir un complemento alimentario de Omega 3 EPA. Para aliñar las verduras y ensaladas utilizar el aceite de oliva de primera expresión en frío y bajo en triglicéridos, solo o combinado con aceite de camelina. No tomar grasas hidrogenadas.
La dieta rica en azúcares refinados, pasta, arroz, harinas, dulces, cereales, etc. al absorberse muy fácilmente, generan una concentración de glucosa en sangre muy elevada y rápida, que provoca la liberación de gran cantidad de insulina. Insulina que a su vez provoca la producción de sustancias pro inflamatorias (Omega 6 AA), que también afectan a la membrana intestinal y su permeabilidad. Los azúcares integrales liberan la glucosa mucho más lentamente y eso en el caso del Lupus nos favorece, al producir menos insulina y por lo tanto provocar menor producción de (Omega 6 AA) proinflamatorios. Te recuerdo aquí la importancia del aceite de oliva para moderar la secreción de insulina comentada más arriba. Es pues importante reducir en la dieta los azúcares refinados o no integrales por su efecto proinflamatorio. Siempre que tomes azúcares, (pasta, arroz, azúcar, harinas, pan, dulces) consume productos integrales.
Limitar al máximo los productos lácteos, especialmente de animales de mayor tamaño que las personas, como la vaca, yegua, etc por dos motivos fundamentales, son proinflmatorios por su riqueza en omega 6 (AA) y por el tipo de proteínas que contienen, especialmente la caseína de la vaca que también es proinflamatoria. Limitarlos lo máximo posible, puede ser conveniente también el aportar calcio, vitamina k2 y vitamina D ya que al limitar los lácteos y no tomar el sol puede haber carencia de fijación del calcio al hueso.
Las carnes rojas, son fuente de proteínas y ricas en ácidos grasos, los Omega 6 AA, pero son pro inflamatorios, fuente de radicales libres y de hierro. Las carnes blancas, pollo, pavo, conejo, al ser bajas en grasas frenan la producción de insulina y por lo tanto son favorables. Una forma mucho más sana de tomar proteínas es sustituir en la mayor medida posible las carnes rojas por carnes blancas o bien legumbres siempre combinadas con cereales integrales. Un variado de diferentes tipos de legumbres y cereales, puesto que al variarlas hace que unas completen lo que le falta a las otras. La Quinoa es la única que tiene la misma composición que la carne. Los pescados, blancos y azules, recordando lo que ya sabemos sobre su riqueza en Omega 3 Los huevos, son una las mejores fuentes proteinas, tanto por su valor biológico como por su digestibilidad si el huevo es cocinado. Es conveniente conocer si tenemos intolerancia para evitar su ingestión. Es importante mantener una proporción de 4 gr de azúcares no refinados por 3 gr de proteínas. Si hay afectación renal, común en el Lupus, hay que controlar la cantidad de proteínas que tomamos.
Es importante reducir la grasa corporal, ya que produce sustancias proinflmatorias y eso lo logramos de dos formas,
Es importante recordar el papel de la insulina, ya que a partir del exceso de azúcares favorece la acumulación de grasa para almacenar energía y simultáneamente bloquea el consumo de la misma.
En el Lupus, es común tomar hierro en comprimidos para las anemias o caída del pelo que el Lupus provoca, ahora bien, es importante no pasarse de dosis de hierro químico puesto que es también una fuente de radicales libres y además si tomamos hierro químico cuando estamos inflamados se produce una reacción química que libera aún más radicales libres. Son buenas fuentes de hierro natural, el hígado, las verduras de hoja verde y los pescados. Si además tomamos un complemento de vitamina C, hará que el hierro se absorba mejor.
Una dieta rica en verduras, ecológicas a ser posible, y con el máximo de colores, nos aporta fibra, sales y antioxidantes abundantes. Si además la aliñamos con aceite de oliva de primera expresión en frío, muy rico en ácidos grasos Omega 9 antiinflamatorios, estamos obteniendo el mejor resultado. perdiendo propiedades, y variedad de colores, puesto que cada color nos indica la presencia de diferentes antioxidantes. Son interesantes las bayas y frutos del bosque. Es importante, en aquellas que lo permiten, el comerlas con piel ya que es en ella donde se encuentran en mayor concentración. No deben tomarse brotes ni semillas de alfalfa por ser proinflamatorias.
Abundante fruta y verdura, de todo tipo, con variedad de colores. de proximidad y de temporada para que no pase por cámara y conserve todas sus propiedades.
Es importante controlar los aportes de radicales libres, por que consumen los antioxidantes que necesitamos para contra restar los efectos de las inflamaciones que también provoca el Lupus y desintoxicar el organismo del exceso de esos radicales libres. Son convenientes por sus propiedades antioxidantes el Zinc, Vitamina A, Vitaminas B, Vitamina E y la Vitamina C. Es muy conveniente, el añadir todo tipo de especies, especialmente la cúrcuma, por ser también potentes antioxidantes. Con los antioxidantes lo mejor es la mezcla, cuanto más variados mejor, pero sin caer en los excesos, es mejo poco cada vez que mucho de vez en cuando.
Atención con la soja y sus derivados, están contraindicados por ser ricos en una sustancia parecida a los estrógenos y ya sabemos que los estrógenos son un factor importante en el Lupus, por eso es mucho más frecuente en mujeres en edad fértil, especialmente jóvenes que en mujeres maduras y que en hombres. Es también conveniente no tatuarse mi implantarse piercings, debido a que en las composiciones de la tinta y los metales, hay productos químicos de los que es mejor abstenerse de contactar, para evitar la estimulación del sistema inmune.
Hábitos de vida
Respecto a los hábitos de vida como el deporte, el ejercicio y el descanso.
Deporte
Con el deporte y el ejercicio, no es conveniente someterse a esfuerzos importantes ya que en estos se produce primero un fenómeno de falta de sangre en el intestino que se va a los músculos, esa falta de sangre deteriora las células de la membrana intestinal y luego al acabar, un aporte de sangre importante que también las somete a un funcionamiento anómalo. Todo esto deteriora nuevamente la membrana intestinal. Practicar deporte moderado y en cantidad moderada, natación y andar son adecuados.
Descanso
El descanso y todas aquellas actividades que aporten equilibrio emocional o espiritual rebajan el estrés y eso es conveniente ya que el estrés también afecta al sistema inmune. Es un buen hábito el tener un descanso establecido cada mediodía.
En resumen, una dieta:
Son las mejores armas y muy potentes que tenemos para ayudarnos en el día a día para controlar el Lupus y sus brotes. Es mi deseo que este conjunto de consejos e información, que lamentablemente ya no podemos aplicar con mi hija Adriana, le hayan servido a alguien que los desconociese y de recordatorio o estímulo a los que si los conocían, pero no aplicaban, para recuperarlos.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.
ACEPTAR